La pandemia; el virus covid-19, serial de coros hacia la muerte.
Enfermedad epidémica extendida por muchos países o que ataca a todas las personas de una región.Semana cinco.
13-04-2020.
¿Quién noticiará sobre lo que no se ve ni siente en los
balcones a las ocho de la tarde?
¿Algún valiente profesional?
F.T., director de cine.
14-04-2020.
Estos días de cielo gris -tan oscuro- no pueden traer nada
bueno; pura ciencia del tiempo.
L.L., ama de casa.
15-04-2020.
¿Qué es de mí cuando ya no existo? se preguntó el muerto
dentro de una bolsa de plástico.
A.S., otro muerto.
16-04-2020.
¿Por qué ya no es el virus covid-19 y sí –en palabras del
presidente de la Nación-
la covid-19? ¿Es de chingar, mamar o encular? Feminismo prograsista, lleno de
pringosa grasa.
Y así hasta más de dieciocho mil.
R.I., actor porno.
17-04-2020.
Solo la idea utópica del flechazo nos salvará o al menos, su
representación en el mundo, las voces femeninas; para Steve Nicks, con intenso
cariño y devoción.
Quizás la belleza pueda aliviarnos durante unas horas o
Kelly McGillis en Único Testigo de Peter Weir.
La voz de Christopher Cross tiene algo chungo, como de
atragantado.
Con las defensas bajas, qué rápido se pasa uno a lo sentimental.
J.S.M., moscatel.
18-04-2020.
Hoy, día dieciocho de abril, los realistas somos campeones
–sin jugar- de la Copa
del Rey de España, al derrotar a los supremacistas y fanfarrones del Bilbao.
¡Aupa Real!
J.S.M., moscatel.
19-04-2020
Mi lucha emocional del sábado y domingo contra la pandemia:
3 por 6 = 18 por 33 cl.= 594 cl. alc. 7,4% vol. en cerveza
doble malta
35 cl al 38% vol.; desde 1795 Destilería La Rojeña ha representado
integridad y dedicación de Cuervo a la calidad; se ha elaborado de una sola
manera y en un solo lugar, en la Destilería La Rojeña de José Cuervo nos sentimos
orgullosos de honrar el legado del hombre que la fundó. Nuestro tequila usa el
agave azul más fino reposado en madera de roble blanco. Perfecto para tomarse
solo y cuando más frío, mejor.
Ante semejante panorama, me pongo en manos de Lucinda, la Williams , arrastrándome
por baldosas y polvo; mata a todas las ratas o yo solo quiero verte tan jodido,
creo que canta con tono peligroso.
Y al vuelo, cojo carrerilla, que se va casi todo.
N.M., existencialista.
Semana seis.
Una mirada pasada, ya caída, un decálogo extendido, para
recoger ciertos escupitajos abandonados en la intersección de aceras:
Pillado aquí por J.S.M., el moscatel:
1-. A mi el
confinamiento apenas me agrede; soy de los que siguen trabajando y mi puta vida
diaria es una ecuación matemática con idéntico resultado, el cero absoluto.
2-. ¿Y qué hay de
la manida libertad del individuo con su respeto, educación, ética y moral? Por
el retrete.
3-. Para superar
toda esta ocurrencia de muerte y destrucción existe la ebriedad indefinida;
intuyo que no es lo bien visto y contemplado, ni lo adecuado pero así
melancolizaré sobre lo que en algún tiempo pude ser; en modo balanceo a las
ocho de la tarde noche en los balcones, resistiré hasta la cirrosis.
¡Subid el volumen de vuestros aparatos de alta fidelidad!
4-. A pesar de
todo, casi sin vivir, la rutina de la vida sigue sin pensar en lo que se viene
encima.
5-. Ya sé que nadie
–si queda alguien- lo va a creer –otra bufonada más del moscatel- pero me
encamino hacia la autodestrucción más fantástica de todos los tiempos; y no
precisamente por el puto virus.
6-. Mi condición
moral durante este confinamiento se reduce a levantarme a las siete y media u
ocho de la mañana, preparar el desayuno, comida, merienda y cena, lavar ropa
–si la hubiera-, barrer y fregar, hacer la cama, mirar el saldo de la cuenta bancaria,
correo electrónico, pagar facturas y alquiler, ayudar en las tareas escolares,
y en unos segundos de calma, chascármela para salir a toda ostia a trabajar;
como consecuencia de semejante carga productiva, he decidido mandar a tomar por
el culo a la moral y sacar lo emocional: así, de estas, me paso el día
lloriqueando; una mezcla de bruto del norte y refinado burgués.
Todo ello en cuarenta metros cuadrados y con un tallo de uno
ochenta disolviéndose en la adolescencia.
7-. De acuerdo en
que soy un individualista feroz -¡esas masas desbocadas!- que trata de
escuchar, entender y -en última instancia- echar una mano al otro; sin más.
Pillado por allá:
8-. Y todo quisqui
pariendo relatos, guiones, novelas, realidades friccionadas, obras de teatro,
cómics, artículos, entremeses, zarzuelas, cuadros, cerámicas, exposiciones,
dietarios, películas porno, manifestaciones ideológicas, nuevos rezos,
eyaculaciones, memes, tuits, videos, acontecimientos, etc. sobre la pandemia.
¿Quién tendrá los santos cojones de acercarse realmente al
Tema, la muerte?
Me sigo quedando con Bergman.
B.D., sueco.
9-. ¿Cómo
reabsorberá el cerebro de un adolescente estos tiempos de muerte y destrucción?
A latigazos de inseguridad.
L.C., pediatra.
10-. Y sentencia
mi admirado Juan Abreu en la necesaria línea argumental:
Lunes, 13 de abril de 2020
Hoy mis apreciados lectores del género masculino (y del
femenino superior y liberado), una gran verdad una verdad fundamental que nadie
les dirá sino yo. Esta: sin un coño cálido, cercano, a tu disposición, la vida
no vale la pena. Sin un coño cálido, cómplice y a tu disposición vivir la vida
no vale la pena no se dejen engañar amigos míos un coño cálido, cercano,
cómplice y a tu disposición es la medida de todas las cosas la medida de la
vida y la medida de la felicidad y del estar vivo. Todo lo demás es
intelectualismo e hipocresía y es represión y es tener las prioridades
equivocadas y es cháchara oscurantista.
11-. Dice el
Espada desde su escondite barbudo:
Yo sé lo que hace el expresidente Rajoy en esas imágenes que
al parecer ha dado a conocer una televisión local. El presidente Rajoy huye de
sus vecinos. De esa delatora gentecilla -la temible genteta, que
dicen en vernáculo- que vive en pelotón y da el hachazo a cualquiera que se
atreva a escapar en solitario. Este tipo de parásitos vive en cualquier latitud
y prospera en las ocasiones terminales. Como las ratas o como las cucarachas es
todo lo que quedará. A pesar de su carácter ubicuo debo aclarar que el
incidente con Rajoy, y otros muchos del género vecindario publicitados en los
vertederos sociales, añade leña al fuego a mi declarado y creciente odio por
España: empieza a incluir a los españoles todos -aquel
maravilloso sintagma del franquismo-, después de haber empezado por los del
noreste.
Naturalmente Rajoy tiene todo el derecho moral a huir de sus
vecinos, e incluso en ropa deportiva. Su actitud no pone en peligro a nadie ni
le pone a él. Y los que se lo reprochan son tontos en mascarilla. O sea, ese
tipo de vicente que
va con la nariz y la boca tapadas por el campo, feliz de olerse el aliento.
Además del moral es probable que Rajoy tenga detrás el derecho Derecho: ya
veremos qué hacen los jueces con todas las multas recurridas por personas que
se han limitado a ejercer uno de sus derechos fundamentales.
El confinamiento español -el más ridículo de Occidente- está
inequívocamente dictado por la envidia igualitaria y por la hez vecinal.
Iguala, aunque sea por tres efímeros meses, Puerta de Hierro y el Barrio del
Pilar, circunstancia que debe proporcionar al indescriptible gobierno de la
nación el agradable e inequívoco calorcillo del jodámonos todos. En la decisión
tomada hay, aparte del resentimiento y el intento de disimular el grave fracaso
de prevención, una desconfianza fundada en la capacidad de los españoles de
ejercer la responsabilidad sin guardias y de mantener espontáneamente la
distancia social (y el sentido común) mientras dure la fase dura de la
epidemia. Esa responsabilidad social que los menudillos delatores habrán creído
ejercer con la denuncia de las actividades cardiovasculares de Rajoy.
Por lo demás, constatada una vez más la calidad vecindaria,
no hay duda de que saldremos del virus con el sentimiento de comunidad
reforzado.
12-. Y razona el
narrador Abreu:
Jueves, 16 de abril de 2020
Cuando llegué a España hace 23 años oía mucho que la Sanidad Pública
española era la mejor del mundo. No lo es. El virus chino y la plaga china lo
han evidenciado. Es como la de cualquier otro país civilizado, o peor. No hablo
de los profesionales, que han demostrado ser buenos, como los de cualquier otro
país civilizado (atenido a la Civilización Occidental ,
quiero decir). También oía mucho de las excelencias de la Transición española y
me pareció verdad, por un tiempo. Después comprendí que los arquitectos de la
famosa Transición lo que hicieron fue diseñar un campo de minas en el que
floreció y medró a sus anchas el bipartidismo corrupto y el tribalismo. Lo que
más me sorprende de la sociedad española es que tras cuarenta años de democracia,
bienestar y libertad ha conseguido llegar a ser como la Cuba de los años cincuenta,
una sociedad próspera, hedonista, irresponsable, propensa al alboroto social y
ansiosa de emociones fuertes siempre que sean autodestructivas y estúpidas.
Otro mito español desvanecido ha sido el de la Educación. ¡Allá va!
Resultó ser una educación politizada y marcada por una cultura abducida por el
comunismo y su versión light, el izquierdismo. La generación de escritores
hechos en la democracia española y que ahora ronda los sesenta años, es una
generación ideológicamente abyecta. Y eso es lo que han trasmitido sus obras y
su cháchara a los más jóvenes y a la Educación y a la Cultura de los españoles.
Como consecuencia de la complacencia suicida con los
tribales y una cultura ideológicamente perversa, tenemos hoy una España de
lidercillos universitarios (¡qué ya gobierna!) dueños de una demagogia
groseramente tercermundista y legiones de estudiantes (la generación mejor
preparada, dicen) que no han leído nada ni quieren hacerlo y un ejército de
jovenzuelos (es un decir, así llegan a los cuarenta) porrito, botellón, y
vacaciones pagadas, acostumbrado a la indolencia intelectual, arrasado por el
aquí me lo den todo y el todo me lo merezco tío. Si añadimos a eso una enorme e
ignorada drogadicción (que es muy cool y divertida según el cine español)
tenemos el cóctel perfecto para el advenimiento de la Revolución que se
anuncia.
La única verdad respecto a España me la dijo mi hermano, que
vivió algunos años en Madrid, cuando me disponía a venir: España no existe.
España no es un país, es un grupo de tribus futboleras y monacales capitaneadas
por las tribus catalana y vasca, dos tribus racistas y antiespañolas hasta el
asesinato, cuya aspiración es y siempre ha sido (desde el primer minuto de la Transición ) destruir
España. O lo que queda de ella.
No quiero ponerme pesimista, pero un país levantado sobre el
culogordismo intelectual, la estafa izquierdista y las mentiras (la Sanidad Pública
Mejor del Mundo, la
Generación Mejor Preparada, la Diversidad Tribal
es un Tesoro, la
Transición Modélica , los Dialectos Regionales son lo Mismo
que el Idioma Español, etcétera) no puede sobrevivir. Y posiblemente, no
sobrevivirá.
20-04-2020.
¿Dónde hemos escalado para –según palabras del presiente-
iniciar una desescalada asimétrica progresiva?
¿Por qué añade el muermo Urkullu –el que manda en la Comunidad Autónoma
vasca- que el pilotaje de dicha desescalada no lo debe encabezar en exclusiva
el gobierno central sino descentralizarla siguiendo el principio de
subsidiariedad?
¿Hay que volver a pillar los libros de Trigonometría y su
representación en gráficas imposibles?
¿Algún experto montañero tiene algo que decir al respecto?
Más de veinte mil muertos; eso sí puede semejarse a una
escalada.
Hacia el infinito y más allá.
P.A., agorafóbico.
21-04-2020.
Al principio, cuando comenzó el confinamiento por el
covid-19, el trabajo siguió durante apenas cuatro días; a partir del quinto día
–y ya encerrado en casa- llegó la confirmación del Expediente de Regulación de
Empleo sin cobrar y que se cobrará tarde y mal; a los tres meses ya no había
motivo alguno para dejar el hogar, el trabajo se había esfumado.
De momento, el virus no me ha matado y sin embargo, estoy
más que muerto.
¿Cuántos así?
Saca la jodida calculadora.
T.U., en el puto paro.
Como dice mi íntimo Katxalote, el sexo está sobrevalorado
pero el olor del amor cerca de los cincuenta y ser un puto trapo que sabe que
ya jamás va a ser correspondido pertenece al drama del parado emocional de
larga duración.
Como bien saben los solitarios, lo único que tiene valor
bursátil son los escasos segundos de orgasmo, corrimientos, querido Katxalote.
Como canta el viejo Neil: don´t cry, no tears around me.
Pues eso.
J.S.M., moscatel.
22-04-2020.
Con veintitantos mil bajo tierra o en partículas de cenizas
aleatorias y en la cola para entrar al infierno, intento afilar la escucha sobre
lo que dicen los elegidos por los ciudadanos legitimados para gestionar los
intereses del país y caigo en la trampa de que algo va mal o quizás no,
interese(s).
¿Quién la tiene más larga?
En la mayoría de las ocasiones se olvidan del grosor.
I.E., anatomista
23-04-2020.
Le está costando a la primavera nubarrones y lagrimas seducir;
posiblemente la muerte y la ruina pesen sobre ella, a la vez tan real y
abstracta.
La cursilería como nexo de unión.
V.V., pintora.
24-04-2020.
Quince días más de confinamiento suavizado, desescalando
progresivamente por tiempo limitado, de manera prudente, responsable, por edad,
sexo, acompañados y vigilados, en definitiva, un descenso incontrolado hacia la
muerte.
Los niños y niñas de este país han descubierto a través de
la tele que Jesús de Nazaret está vivo, se declara comunista, tiene coleta
recogida con cinta morada, luce trajes más grandes de lo que su percha pueda
rellenar, susurra oos y aas, vive en un chalet con hectáreas a las afueras de
Madrid, ha viajado sin escalas desde la falsa clase obrera a la alta burguesía
y por supuesto, no va a morir crucificado; lo que obvian por ternura estas criaturas
es que el nuevo mesías no tiene por qué ser bondadoso; alejaros de él.
S.S., monja de clausura.
25-04-2020.
Se supone que mañana comienza la estampida de niños, niñas y
más perros.
Un panorama casi celestial si no fuera porque un discreto virus
travesti de denominación de origen chino y de mote covid-19 se ha cepillado ya
a treinta mil almas –que se sepa- buenas, malas y regulares; preparad bien los
collares para atar en corto.
Y apunta el seguidor de rock:
Ronronea al principio Greg Dulli –líder de Afghan Wigs- en la
canción Be sweet –tercer corte del elepé Gentleman- como si le hubieran metido
por el agujero negrísimo un calabacín de trescientos cincuenta gramos mientras
dos palillos chinos supuraran la cera de sus oídos; sí, es cierto, al principio
ronronea pero en un instante -según entra el dolor- se desgañita y abre con un “señoritas,
dejadme contaros una cosa sobre mi, tengo una polla por cerebro y mi cerebro va
a venderos mi culo, ahora estoy de puta madre pero con el paso del tiempo me
sentiré hundido porque ella quiere amor y yo todavía quiero follar...señoritas,
dejadme contaros algo sobre mi amor, ella quiso darme más pero no fue
suficiente...”
Se dulce, mi amor.
O.G., bolerista.
En algún momento indeterminado del mediodía me da por el onanismo
con una excelente hembra de voz gangosilla y figura Emilia.
Por Abreu:
Eros y política (Emilia
Landaluce)
Todo el mundo sabe que el rostro es el vórtice sexual. Hasta
en el sexo casual o en grupo, el rostro es el vórtice. En el momento numinoso
(ya, es cursi, pero es así) buscas sus ojos y lo que se vea allí es lo que te
da acceso, a fin de cuentas. Por supuesto que se puede follar con un cuerpo sin
rostro, es aconsejable sobre todo en casos de fealdad extrema y repulsiva (como
el de la diputada Arizpurua, o la vicepresidenta Calvo, de las que ya he
hablado). Pero. Lo mejor es follar con alguien no sólo con un cuerpo. Yo mismo
me paso todo el tiempo hablando de cuerpos, pero reconozco que metérsela a la
persona es lo mejor. El gran placer al alcanzar el momento numinoso (¡vade
retro Lucas Lírico!) depende de los ojos. Y así llegamos a los ojos que nos
ocupan, los ojos de canela y oliva y su gota de vainilla y sombra de la señora
Landaluce.
Qué no daría yo y media España por mirar esos ojitos color
canela y oliva y gota de vainilla y sombra de la señora Landaluce, en el
momento numinoso. Pero. Ojo. Que me concentre en el rostro y en los ojitos de
la señora Landaluce no quiere decir, en ningún caso, que el cuerpo de la señora
Landaluce no merezca la más minuciosa dedicación. La merece sobradamente. Todos
tenemos nuestra zona de esplendor la mía es mi fastuoso primer cerebro y pito,
como es de conocimiento general, y la de la señora Landaluce son sus ojitos en
un rostro a medio camino entre Heidi y Lempicka. Un rostro que desasosiega
porque posee un deje andrógino que, como se sabe, es una de las cumbres de lo
erótico. No hay epifanía erótica sin ambigüedad. El mejor sexo es siempre carne
indefinida.
La señora Landaluce trae a la política española los ojitos
de canela y oliva y su gota de vainilla y sombra la gloriosa combinación de un
rostro heidi-lempicka la carne indefinida y el deje andrógino que es la puerta
de acceso a esa epifanía erótica que sólo confiere el esplendor de la
ambigüedad.
26-04-2020.
No me quiero poner transcendental. Pero. El poder corroe el
alma y los poderosos politicos ya vienen con una extendida corrosión; no se disipa
ni con la coca cola.
¿Dónde están los expertos y las expertas? ¿En un Expediente
de Regulación de Empleo?
Por si interesa, plan para otro oscuro domingo que se blanquea
con lejía: en los supermercados Dia de vuestra ciudad se vende una cerveza de
marca propia –Forte Extra- con alc. 8% vol.
No está mal, ¿eh?
I want you,
show me the way berrean los dinosaurios jóvenes.
D.A., discapacitado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario