La pandemia; el virus covid-19, serial de coros hacia la muerte.
Enfermedad epidémica extendida por muchos países o que ataca a todas las personas de una región.
Semana doce.
01-06-2020.
Ahora sí que no da para todo.
A buscarse la vida si el covid-19 lo permite.
J.S.M., igualitario.
Por Pepe García Domínguez.
Uno ya no sabe a qué atenerse cuando acecha la incomprensión
hacia el concepto moderno de la sociedad; cunde el desánimo responsable, te
empitonan sin queja.
Y así hasta el vacío.
U.I., neurólogo.
Estoy descansando de hacer los deberes que he hecho
descansando.
E.S., tocapelotas.
Tengo que dejar de beber y si ya me quito la masturbación, redondeo
el círculo.
A.G., catador.
No paso de la campaña otoño invierno; hasta entonces me
quedaré con Kozelek y sus singles de más de siete minutos.
¡Qué paz!
J.S.M., estudioso.
02-06-2020.
Salen los datos del paro mientras dicen que ya no hay
fallecidos por el virus; ahora es el turno de los muertos en vida.
Cuentan los expertos economistas que las cifras son
interpretables; por supuesto, según intereses poco objetivos.
¿Conoces a alguien con una buena posición económica que haya
construido eso que llaman un proyecto de vida con un parado jodido?
Siempre puedes fantasear con Jean Michaels,
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Ella si que te lleva lejos.
Tradicionalmente es bueno tener un pepino a mano, te salva
muchas ensaladas; además es bueno para el cutis; eso comentan los
nutricionistas.
Enlazando 24 y Medicine Bottle de Red House Painters o la miseria
de los nuevos desempleados.
J.S.M., romántico.
En la línea del amor y sus variantes, la violencia.
Por Abreu.
Lunes, 1 de junio de 2020
Recién llegado a USA (1980) comencé a trabajar en una
factoría que estaba en el barrio negro, o limítrofe con ese barrio. Por esos
días, cuatro policías blancos habían matado a un ciudadano negro y poco
después, como es costumbre en USA, comenzaron los disturbios y los asaltos a
negocios y el robo y el vandalismo generalizado en el barrio negro. Yo me
preguntaba qué tenía que ver protestar contra el racismo de algunos policías y
contra el asesinato de un negro, con robar y quemar negocios. El dueño de la
factoría y su familia, hacían guardia, armados con pistolas y shotguns, para
proteger la factoría. El negocio familiar representaba el trabajo de toda una
vida. Por suerte, los protestantes no fueron a quemar la factoría en cuestión,
quién sabe lo que hubiera pasado en ese caso. Las autoridades no movilizaron a la Guardia Nacional
hasta que habían quemado medio barrio negro (ya habían muerto dieciocho
personas y el número de heridos ascendía a trescientos cincuenta) y los negros
no comenzaron a apostar francotiradores en los tejados y a disparar a la
policía que se atrevía a entrar en su barrio. Pensaron que ya eso era
demasiado, supongo.
Recordé esto, viendo las protestas por la muerte de un
ciudadano negro a manos de un policía de Minneapolis. Enseguida comenzaron los
saqueos, los robos y las quemas racistas (queman selectivamente negocios
propiedad de blancos). Cuarenta años después sigo sin entender qué tiene que
ver protestar contra el racismo y por la muerte de un ciudadano negro, con
robar y quemar comercios. Nada, con la mayor seguridad. Es pura delincuencia.
03-06-2020.
Otra reunión en el Congreso de los diputados para prorrogar
por última vez el Estado de Alarma.
¿A estas alturas de la tragedia a alguien le tensa lo que
mientan los políticos de este país?
Como letraba aquella canción de Kortatu -orgullosos amigos
de los pistoleros de ETA- la asamblea de majaras se ha reunido, la asamblea de
majaras ha decidido...mañana, sol y buen tiempo.
P.P., al margen de los residuos.
Llama el Katxalote y me suelta que estaba tan agobiado por
los múltiples frentes abiertos en su cargo de responsabilidad laboral que sentía
la necesidad de llamar a alguien más desgraciado y fracasado –un puto y real
perdedor- que él para así poder saciar su angustia; ha elegido bien aunque
tampoco le concedo excesiva importancia.
J.S.M., despojo.
Llamo a la vieja para ver cómo está –si es que se acuerda de
cómo está- y se despide entre lagrimas con un te quiero mucho hijo; por favor, no
seas débil ama.
J.S.M.,
moscatel fluido.
De Espada, en torno a la nueva normalidad.
De vuelta.
El retorno a la normalidad se nota en todos los lugares. En la Vía Augusta , por
ejemplo. Estaba cruzándola esta mañana bajo el sol tan especial de junio cuando
ha pasado un Mercedes y dentro un tipo que me ha gritado: «¡Cabrón, hijo de
puta!», todo en vernáculo. Los dos meses y pico de pausa habrán servido para
poder apreciar con luz no desgastada lo que significa ir por la calle de la
ciudad donde uno vive esquivando cabrones e hijos de puta.
Arcadi Espada, directo al cerebro.
Os voy a contar lo que piensa mi hijo sobre mí:
Mi padre es un tipo que después de varios años desempleado
ha encontrado por enchufe un trabajito de mierda por el que cobra una miseria de
mierda, en plan que no le da para garantizar nada de lo que yo quiera o deje de
querer; un pajero en plan que si se lo hubiera llevado el covid-19 ni dios se
hubiera preocupado.
E.S.O., en esa edad.
04-06-2020.
Ultima hora de la clase política en España a día de ayer.
Sale el Presidente del Gobierno en la Cámara Baja y se pone a vivar:
¡viva el 8 de marzo!¡viva por los patriotas!¡viva el virus!¡vivan los
muertos!¡viva yo!
S.A., redactor en prácticas a coste cero.
Casi siempre extendías sobre la base una bandera española para
correrte y así no manchar; otros la ponen en los balcones o en sus muñecas.
I.O., diputeada.
I believe
in you interpreted by Dottie Peoples y Are you ready by Fairfield Four.
Ambas del
album Gotta serve somebody, the gospel songs of Bob Dylan.
Al tema.
T.P., predicador.
Desde hace tiempo ya no me besaba; decía que le daba asco el
aliento; creo que se refería a mis sucios pensamientos.
J.S.M., resignado a la posición clásica.
05-06-2020.
¿El virus? ¿Qué virus?
Eso es agua pasada.
S.D., veinteañero hormonado.
Hola, soy el covid-19 o la covid-19 –mutable de género- y
ahora revoloteo por las terrazas analizando el panorama; con la escopeta
cargada.
C-sub19, una mata nacionalista.
Creo que el hijo de la gran puta está dentro de nuevo y no quiere
matarme de momento; eso sí, procura dañarme poco a poco, región a región,
órgano a órgano; el cuerpo lleno de pequeñas averías; está jugando y se lo pasa
bien.
J.S.M., frente a los hipocondríacos.
¡Qué ya no se muere nadie por el virus!
F.S., humorista negro.
¿Dónde están los ancianos que queden?
En las putas residencias, esperando a lo próximo.
L.F., cuidadora.
El mantra sensorial más parecido a lo que supone esta
pandemia lo padecí cuando no paraba de escuchar a aquellos grupos de lo que se
llamó postrock; podría nombrarte más de veinte; estaba tan colgado que asistí en
directo a un concierto de GodspeedYouBlackEmperor en la sala Arena de Madrid.
Auténtica devastación, basura, todavía no he logrado
recuperarme de aquello, como con el covid-19.
O los de Bardo Pond, una tipa susurrando mientras tiene
múltiples orgasmos y detrás una panda de flipados fumados con guitarras
distorsionadas a todo trapo; una evocación a la escoria.
J.S.M., pringado hasta la médula.
06-06-2020.
Unas líneas dirigidas al Sr. Illa –Ministro de Sanidad- y el
Sr. Marlaska –Ministro de Interior- sobre la responsabilidad de los
funcionarios del Estado:
Muy señores míos, ya que han sido ustedes los que han
impuesto el uso obligatorio de las mascarillas en todo tipo de espacios públicos
como máximos dirigentes de sus áreas de trabajo, hagan el favor de cumplir con
sus obligaciones y tomen las medidas oportunas para que se cumpla la ley.
De lo contrario, ¡váyanse a tomar por el culo!
Atentamente,
J.S.B., un ciudadano de su país.
¡Pobres diablos!
Están en esa edad en la que piensan que la muerte está muy
lejos; casi todos hemos pasado por ello.
Hasta que no la vean de cerca no llegaran a entender lo que
significa y para qué hemos sido lanzados a este mundo.
F.F., filósofo inmovilista.
Se confirma que pasado mañana en la capital pasamos a la Fase 2.
Ahora me siento mejor, más cerca de la hecatombe y la
estupidez del ser humano.
Por otros territorios del país andan ya por la Fase 3.
Esto de las fases es un chicle de los que se pegan en las muelas.
O.I., odontóloga.
Por Arcadi.
Exclusiva
No veo que ningún periódico dé la noticia. Yo voy a darla,
que soy periodista. El virus está desapareciendo. Ignoro las razones. Pero es
una ignorancia muy, muy extendida. Chuchalin ha acertado en primera instancia.
Veremos en otoño. Y dentro de diez años.
Decía el tito Agustín que siempre nos quedará Pamela Ríos con sus
estrías, esas pelotas de plástico por pechos, los tatuajes y una caverna más
desgastada, arrugada y seca que la lengua de un charlatán; podría ser, litros
de lefa derramados por ella.
J.J.,
trompetista inmoral.
El One by One de Foo Fighters no está nada mal como rock
comercial; ahora bien, si Cobain pudiera resucitar, no sé qué pensaría.
J.S.M., de la temporada camisa leñador.
¡Esto se está acabando, amigos y amigas!
Y no me refiero a la atmosfera.
D.E., percusionista en paro.
¡Madre del amor hermoso!
Tiene que andar con ritmo suave y sumo cuidado para que no
se le rompan las costuras de su super puto pompis.
¡Menudos cirujanos!
Hilan fino.
J.G., experto en cartografía.
07-06-2020.
Lo más furioso de un país como España –con un estado del
bienestar asentado- es la cantidad de tipos y tipas que viven directamente del
cuento, fenómeno agudizado con la pandemia del covid-19: miles de ERTES,
negocios que van a cerrar, cifras de desempleados por millones, autónomos pidiendo
auxilio; pura patraña.
Estos hijos de la gran puta están recibiendo alguna paga
bajo manga que les permite sacar a sus perritos a pasear.
Menuda puta basura de estructura económica.
Y los pringados –callados- haciendo de ocho a diez horas a
cambio de mil míseros euros.
La jodida picaresca española, lo mismo te vale para que los
desempleados vayan de pinchitos que para sacarte un abono completo de temporada
de tu equipo de fútbol.
España es una inmensa nación llena de caraduras e individuos
fomentados por el engaño y la mentira.
Una asquerosa ruina moral que se corre con sus defectos.
¡Qué le den a España y a los españoles!
¡Qué me den!
J.G.D., licenciado en Económicas e intelectual acelerado.
Lo que hay es un déficit de lecturas.
A.A., funcionario de biblioteca.
Cada vez que veo en televisión a la Ministra de Igualdad se
me pone tiesa: llegar tan alto con tan poco; le podría enseñar lo que era el
proletariado hasta que se lo cargaron.
D.O., pornógrafo.
¡Qué me destruya el alcohol antes que el virus!
La mayoría de mis escasos amigos íntimos lo han dejado; los
que cuando muera no tendrán huevos para dirigirse a mi vieja: no se martirice,
su hijo era un puto borracho.
Esos mismos que trajinaban como autenticas esponjas cuando eran
jóvenes y que piensan que toda esta movida tiene algún sentido.
J.S.M., expatriado.
Dice un tío en la tele: la búsqueda de placer extremo.
J.S., escuchante.
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