La pandemia; el virus covid-19, serial de coros hacia la muerte.
Enfermedad epidémica extendida por muchos países o que ataca a todas las personas de una región.
Semana ocho.
04-05-2020.
Voy a poner a Beethoven.
Quizá sea un sacrílego pero creo que a Ludwig se le va un
poco la mano con el estribillo al comienzo de la Sinfonía nº 9 en re
menor, Coral, opus 125; en el Allegro y el Molto Vivace; suena a que estaba
enamorado.
J.S.M., urdidor de menús en días laborables.
Mascarillas de uso obligatorio en los transportes públicos;
me pongo una tirita en la boca y otra en la nariz.
Y.O., narcisista.
Merece la pena este pastiche pasaje poético de valor superior
a los que brinda el homenajeado, el nuevo Larra del periodismo patrio y del
mundo, Antonio Lucas:
Imitación de Lucas Lírico
INQUILINO DEL KM
000 (XVCIIZ)
Pongo los pies en el suelo.
Los dos. Son las 8.34 y 5 segundos. El confinamiento más que encierro es un
levitar descascarado de monja azafrán y temblor de cervatillo violado por un
leñador que anida su hogaza de pan bajo el brazo. El sobaco es una hermandad
cocinada a fuego lento. Uno de los gatos se ha metido en el horno y hoy
comeremos gato asado. Eso pasa. Lora abre el horno como quién lee a un Rimbaud
condimentado con una pizca subatómica de Petrarca. Pero lo mejor de la
incursión del gato en los paisajes troquelados a lo Piranesi del horno, es que
ya tengo algo que escribir. Abro el balcón. El balcón es un rumiar de
cascabeles huérfanos. Durante las dos horas siguientes me toco las gónadas. Ser
de gónadas pequeñas es un gazpacho a lo Lévy-Strauss o un rocín trajeado. Yo lo
tengo clarísimo. El tiempo es una sopa de legumbres condimentada con néctar de
serpiente agridulce que repta en la panoplia del río de Heráclito. Varicela del
niño plural. Cosas que pasan. Leo a Galeano, que dicen que murió enculado por
un negro de la policía cubana. Yo qué sé. Esas cosas pasan. Llama Aymá, gran
enamorado del Ché. El amor es así. Son las 12.15 y 32 segundos. A esta hora me
entran unas vagas ganas vanas de menearme la piruleta. Cosas que pasan. Hasta
la panadería a por la hogaza climatérica, ida y vuelta, salen 13 minutos.
Cuando regreso, la luz es un saltimbanqui beodo al atravesar el cristal.
Apostado en el inodoro como en el lomo de un elefante indio, encuentro esta
frase subrayada de Max Aub: “Eso ha sido siempre lo español:
rumiar”. Yo sí creo a Fernando Simón. Llama Pérez Reverte, está a
punto de tomar por asalto un nido de ametralladoras en Libia. Llamará más
tarde. Lo entiendo. Camino tres pasos. Me miro en el espejo y veo un pájaro
dodo. Pienso en Kafka. Cosas que pasan. Salgo al balcón. La calle es el
naufragio de un celular traumatizado y sin wifi. El otro gato, no el que danzó
con Proserpina en el horno, se ha metido en la ducha. Está usando mi champú
ecológico. Cosas de gatos. Espero el momento de apostarme tras los visillos.
Son las 15.56 y 10 segundos y medio. La vecina del piso de enfrente hace sus
ejercicios en tanga. Algo es algo. Pajillas cerebrales de lebrel encastillado
en el prepucio de Tánatos. Lo entiendo a la primera. Llama Maruja Torres. Su
fealdad se nota hasta por teléfono. Esas cosas pasan. Toda mi estética se la
debo a su amistad de sable zurdo y galletas gourmet de mar brisita hirsuta y
cabeza glande de adolescente árabe. Son las 17.47 y 3 segundos. Mi vida es lo
que veis, quitando los ensueños onanistas. Sencillamente cuento los días que
pasan y me dejan un zurullo lírico en la mano. A veces escribo con el extremo
geográfico intestinal. Saco las cosas de pintar. También pinto. Soy la hostia.
Es impresionante que alguien me pague por estas chorradas. Son las 20.00 horas
Qué menos podíamos hacer para agradecer a Lucas Lírico su
serie, lo más cómico que se ha publicado en la prensa española durante la
cuarentena, que hoy, desgraciadamente, llega a su fin.
05-05-2020.
Alumbran por ahí los nuevos moralistas que en tiempos de
crisis lo importante es la unión para salir de la oscuridad.
Podría darse el caso.
Ahora.
La clave, clave.
Que te coloquen, ¡todo quisqui debe colocarse!
R.Z., letrista.
Lo del balconcito me está sirviendo para apreciar el nivel
afectivo al que están llegando mis conciudadanos: un tío y una tía en trance
moderno –lo que antes se conocía como absortos- mientras sus perros se lamen el
rabo, la cola y lo que se preste.
S.L., limitado emocionalmente.
Retrato de un economista confinado:
@jg_dominguez
- Cómo es posible que haya tantos idiotas en Twitter?
- La única ventaja de hacerse viejo en España es que uno ya
puede decir lo que le dé la gana. Porque los que te han jodido en el pasado ya
poco te pueden joder.
- Sí, soy muy mala persona, de lo peor. Pero eso, que yo sea
tan malo, no influye para nada en que mis reflexiones resulten verdaderas o
falsas. No sé si lo entiende usted.
- Hace casi 2 semanas que no escribo artículos en la prensa
y tengo la sensación de que no se ha enterado nadie.
- Eso es imposible (lo de contener el genio).
- El comunismo no existe, a ver si se lo meten en la cabeza.
- Un
vulnerable de 70 años puede aislarse si tiene dinero. Un no vulnerable de 40
que trabaja en un súper acabará enfermando más pronto o más tarde.
- Pensar que las empresas no tendrán pérdidas si vuelven ya
a la normalidad es pensar que nadie va a morir si actuamos como si el virus no
existiera. Puro pensamiento mágico.
- Acabo de llegar de la calle. No hay nada que hacer. En Arc
de Triomf, corrillos de jóvenes charlando sin respetar distancia alguna. Se
creen inmunes y no piensan en sus padres. Solo les falta que Casado tumbe la
alarma el miércoles.
- Si el miércoles Casado logra tumbar el estado de alarma y
dentro de 2 meses hay un rebrote en Madrid, nadie tendrá ya la obligación de
cerrar empresas o de quedarse en su casa. Madrid se convertirá en un matadero
industrial.
- Es de traca: el PP quiere entregar la soberanía en materia
sanitaria a los separatistas vascos y catalanes. Y el facherío aplaudiendo.
- Hasta hace 2 días querían suprimir las autonomías, pero
hoy quieren que las autonomías, cada una a su bola, hagan lo que les de la gana
con la pandemia. Por mí, que se mueran todos bien felices y contentos en sus
taifas soberanas
- Bueno, pues el jueves, ya con el estado de alarma
derogado, todo el mundo a hacer lo que le salga de los cojones y el que tenga
que palmar, que palme.
- Yo estoy a
favor del estado de alarma no porque sea un rojo, un masón o un catalán
podrido. Estoy a favor porque voy a cumplir 60 y sé que el virus me puede
matar. Por tanto, sería un imbécil si estuviera en contra.
06-05-2020.
Nueva prorroga del Estado de Alarma, quince días más
mientras desencallamos progresivamente a la gente hacia las calles.
¿Para cuándo los abrazos?
I.I., fisioterapeuta.
Siempre seré un hombre de estado.
E.P., escapista.
No vamos a dejar a nadie atrás.
S.S., gregario.
Tiempos de terrible egoísmo: creo que son ya casi dos años
sin follar, fornicar o hacer el amor; como más disfrutes gramaticalmente.
J.S.M., moscatel seco y con heridas.
07-05-2020.
Si uno ha pasado por la incertidumbre de tener que ingresar
y posteriormente visitar con asiduidad a un familiar cercano –especialmente
padre o madre- en una residencia de mayores, geriátrico, residencia de ancianos
o como se quiera llamar, sabe perfectamente de qué va la historia.
Heroína pura de angustia existencial.
Se equivoca el representante nacional de Residencias para
mayores cuando dice que a ellas no se entra para morir.
Y además, son necesarias.
T.L., viajante.
Me ha sorprendido la jefa del partido Ciudadanos, Inés
Arrimadas, con su apoyo al Estado de Alarma; el embarazo tiene esas curvas
cerradas a izquierda y derecha de la vida y hay que tomarlas con calma.
F.S., en estado vegetal.
La descomposición involuntaria afectiva que padezco alcanza
parámetros básicos: esa mariposa blanca que revolotea a mil revoluciones por
segundo o el arco iris tímido de fondo entre el sol y la tormenta; así, de
momento, el virus ha pasado cerca de los pulmones pero ha atacado el alma.
Como expresaba Ludwig en el 5.63: yo soy mi mundo. (El microcosmos).
J.S.M., un cursi redomado.
08-05-2020.
Aquí en la capital, durante el transito de ida y vuelta de
casa al curro –metro y camino- la idea de que nada arranca, todo se ha paralizado
sin solución; autobuses sin viajeros cumpliendo sus horarios y trayectos,
coches sin pasajeros, negocios cerrados o los escasos abiertos sin clientes,
semáforos a ritmo de vals, palomas cagando liberalmente y en un instante, a la
hora de permiso de salida, la vida llena de culos y tetas enlicrados, calle abajo
y arriba, una explosión estética de carne y sexo y en un par de horas el
regreso al miedo.
Ludwig en el 6.431:
al igual que en la muerte el mundo no cambia sino que cesa.
W.W., conde sin título.
Hacen faltan más voces dulces.
P.R., artesano del turrón.
En la primavera, con el violento nacimiento de las hojas
verdes de los árboles se me ha privado de otra de las tareas matinales que
tenía asignada: la contemplación en plano general de la fila para entrar al
supermercado; un goce estético menos.
El final de esta historia cada vez más cerca.
J.S.M., observador.
09-05-2020.
Finalmente, el gobierno ha decidido que la ciudad, provincia
y Comunidad de Madrid no pasen a la fase 1 de desescalada y se coman el rosco;
fantástico, no hay prisas, el horror ya está instalado. Pura pose, derechas,
izquierdas, centro, moderados, radicales...
Cuando quieran arrancar la actividad económica y social se
encontrarán con que ya no hay actividad, economía ni sociedad.
T.W., observador de estrellas y nubes.
¡ Voy hecho unos zorros!
O.I., destemplado.
¡ Qué pasa contigo tío...!
A.J., la choni más rápida.
La vida debería ser como los orgasmos vocales de la chica de
Prefab Sprout.
P.M., compositor de éxito hasta que dejó de serlo.
En esta casa existe la puta costumbre de desayunar, comer,
merendar, cenar y entre intervalos, algo de picoteo y alcohol; jodida tradición
heredada.
J.S.M., de mil y poco al mes.
Cuando los veo correr desaforadamente con varios órganos quejándose
amargamente, me pregunto dónde cojones van y qué pelotas buscan.
A.A., existencialista.
Les animan a que salgan a las ocho a los balcones y ventanas
y aplaudan y salen a los balcones y ventanas y aplauden; el resto de las horas
del día, ni dios sale a los balcones, a las ventanas ni aplaude; éste es el
concepto de socialización que tiene nuestra sociedad.
R.O., primo.
10-05-2020.
Durante los fines de semana –desde que nos confitaron-
empiezo a beber antes porque casi todo va más lento como si alguien o algo
quisiera regalarme tiempo a cambio de no sé muy bien qué; el virus verdugo
espera al acecho.
D.S., espectador nervioso.
Miraba y no veía nada significativo.
¿Cuánto tiempo puedes ser feliz de manera rudimentaria?
¿Infinitamente?
Adelante.
U.I., pintor de carreteras.
Penétrame es la palabra más bella que -en el momento
oportuno- me soltaba una bruja a la que quise; después de eso, poco léxico queda
ya.
J.S.M., exhibicionista tímido.
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